lunes, 1 de febrero de 2016

What are you?

¿Eres acaso uno más de mis tormentos diarios?
Te veo de lejos y ya haces que todo lo que he construido conscienzudamente durante mi vida entera se tambalee.
¿Quien eres? ¿Que eres?
No suenas a más que un simple ser humano. Sin embargo, incluso la forma en la que tu nombre se desliza por mis labios es superior a cualquier otra.
¿Como has logrado esto sin siquiera notarlo?
Mis defensas caen, y entonces me miras y siento que podrías escudriñar cada parte de mi alma sin una pizca de mi conscientimiento.
Te acercas.
Y lo primero que me golpea es el olor reconocible de tu propio aroma mezclado con las notas suaves de algún perfume de tu preferencia.
Me dopa. Es un anestesico local para mi actitud agresiva.
Y entonces, cuando estás tan cerca que el más simple movimiento te permitiría tocarme, sonríes.
Y es ahí cuando sé que hay salvación, incluso después de la cantidad inmensurable de oscuridad dentro de mis murallas.
Sonríes y la luz inunda el mundo.
El mundo se inunda de luz.
Y no hay más que tus ojos, tu sonrisa y tu aroma.
No me toques.
Por favor no lo hagas.
Porque si con solo esas tres cosas pones mi mundo de cabeza.
Si me tocas abriras cada puerta, liberaras cada sombra, descubriras cada miedo y tomarás de mi todo.
Me dejaras expuesta.
Y cuando eso pase, estaré finalmente perdida y locamente enamorada de ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario