jueves, 3 de noviembre de 2016

Heart wants what it wants.

Cada lugar de mi cuerpo cobra vida de una forma especial. Mi piel vibra con estática. Mis ojos se abren y todo parece tener un nuevo brillo. Mi corazón se desboca y la sonrisa en mi rostro se expande. Me estremezco y ojalá tú lo notaras. Pero no lo haces. Me miras de reojo y haces una mueca que cualquier persona podría confundir con una media sonrisa. Pero yo te conozco. Esa mueca confusa es el secreto de todo lo que pasó y todo lo que recientemente ha terminado. Es el significado de los besos a escondidas que nos dimos bajo el árbol  de luciérnagas en el patio de tu casa, de los abrazos que nos fundían en una sola alma, de los secretos susurrados al oído, de las risas que se nos escapaban. De ese amor fuerte y real, ese amor que nos impacto con fuerza y cuando nos dejó en el suelo, tú decidiste levantarte.

Me cruzo en tu camino y te obligo a mirarme. Tus ojos azules hielan mi corazón, pero no te mueves un solo centímetro.
Estiro la mano y rozo tus dedos, que por reflejo intentan enroscarse con los míos.

Mi alma te mira. Mi corazón se desnuda.

Cierras los ojos y tu respiración se acompasa.

Tengo muchísimas razones para dejarte ir, para olvidarnos.

Pero el corazón quiere lo que quiere.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario