¿Cuanto tiempo tengo que existir para que decidas notarme? He estado aquí desde siempre, intentando prender una nueva luz dentro de tu vida, ser aquella esperanza que has estado buscando, sin embargo, eres tú y sólo tú quien se empeña en arruinar mis intentos de encendernos, como si la idea de que alguien penetrara en el laberinto que protege tu alma te aterrará. ¿Tienes que lastimarme para evitar ser herido? ¿Puede ser esto más cruel y perturbador? Pero hoy, me decido a dar un paso atrás. Las lágrimas que han caído por mis mejillas inundando el suelo han sido suficientes, he arañado las paredes sin cansancio, destrozando mis dedos y uñas, sangrando desde lo profundo, para intentar llegar un centímetro más allá de aquellas paredes reforzadas a las que no quieres darme acceso. Pero me rindo. No voy a pasar un segundo más intentando encontrar a alguien que se mantiene encerrado en sí mismo por miedo. Bajo mi escudo y renunció a mi estandarte. Me doy la vuelta y me alejo. Hoy has perdido a una mujer que sentia lo más noble que alguien puede sentir, yo estaba dispuesta a matar dragones por ti, a pasar por puentes levadizos con lava ardiente justo bajo nuestros pies. Así que, en esta batalla sin escrúpulos, eres tú quien ha salido derrotado. Yo por mi parte buscaré un caballero, de brillante armadura, que quiera pararse a mi lado y luchar contra todos los obstáculos que se nos atraviesen en busca de nuestro felices para siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario