sábado, 26 de julio de 2014

Un desastre cuando amo.

Entregarte el corazón sería hacerte daño, sería condenarte a la infernal eternidad de mis cicatrices. Sería encadenarte a mis susurros en la noche, de una melodía antigua que muy pocos conocen. Sería volverte prisionero de unos brazos hastiados de caricias vacías, de amores de una noche. Sería decepcionarte, entristecerte, amargarte. Sería volverte el carcelero de mi poesía, de mis momentos de cursilería. Sería volverte un alma en pena, castigado a amarme con locura y sin inhibiciones. Diré que no vale la pena desperdiciar la vida intentando amar a un cuerpo vacio y a un corazón roto. Expongo en este pequeño texto cada uno de mis defectos y a lo que estarías condenado, porque yo, querido mío, soy un desastre cuando amo.

martes, 22 de julio de 2014

Lo Usual.

Usualmente su sonrisa podría causar que cada centímetro de mi cuerpo reaccione, y que las rodillas me tiemblen. Usualmente su mirada podría causar nervios alterados y risas personales. Usualmente su voz, sus palabras, un abrazo, provocan una sonrisa estúpida en mi cara, de oreja a oreja. Pero hoy no es un día usual, las cosas no están sucediendo como usualmente suceden. Quizá será que tú tampoco eres el usual y que tus sonrisas y tu voz no suenan igual. Quizá será que no puedo encontrar aquella chispa en ti que me volvia loca. Dónde estás? Qué paso? Tú ya no eres el usual, y yo tampoco lo soy. Nos perdimos ambos, o solo te perdiste tú? No estoy segura, pero sé que ya no tengo ganas de escribir para ti todo el tiempo, como era usual.

My hero.

Tiene esa sonrisa que ilumina la habitación. Tiene una mirada que te hace temblar las piernas. Se le hacen los hoyuelos cuando sonríe y es como leer poesía. Sus brazos son fuertes, y estar en un abrazo suyo es vivir el paraiso. No es el más musculoso, pero cuando está cerca, te hace sentir protegida. No es el más alto, pero no necesita de eso para hacerte sentir amparada. Tiene alma de niño y fuerza de hombre. Su personalidad te enamora y aunque no lo quieras, al final te encanta. Es así. Él es un súper héroe, con sueños extraordinarios. Él es mi Superman y yo, quiero ser sin duda, su Louise Lane.

lunes, 21 de julio de 2014

Extraño...

Hay cosas que extraño de él. Las conversaciones hasta la madrugada y todo lo feliz que podíamos llegar a ser. Sus estupideces de niño, que más que irritarme, me hacían feliz. Sus deseos incontenibles de ser algo mejor, algo más. Sus sueños, sus risas, su espontaneidad. Extraño sus momentos fugaces de cursilería y su imaginación. Extraño lo lindo que era tener acceso a sus momentos de sinceridad. Extraño hablarle como antes. La confianza que solo existía con él. Extraño su presencia aunque siempre estaba demasiado lejos. Sé que lo extraño, pero yo no puedo ni debo hacer nada por traerlo de vuelta.

domingo, 20 de julio de 2014

Esto soy.

Un cigarrillo, una guitarra y mil melodías. Eso me dejo tu amor, un vicio negro, una pasión y letras desgarrando mi alma. Una copa de vino amargo y aquel sabor a ti en mis labios. Eso me dejaste tú. Aquellas cuerdas desgastadas y huecos de mi cuerpo acariciados codiciosamente por tus manos. Esto me queda, los pulmones ennegreciendose y mi voz cantando melodías amargas, sublimes. Esto soy ahora, un anillo de humo con sabor a tabaco y un cuerpo de guitarra lleno de un alma rota.

Somos instantes.

No dejo de recordar aquellos pocos segundos en que su sonrisa era solo para mí, cuando sus ojos solo reflejaban los míos y sus manos, reclamaban mi cintura con posesividad. Está pendiendo de un hilo el recuerdo de aquel primer beso, el roce de labios, una batalla intensa que ni él ni yo ganamos. Pero más punzante está el roce de sus dedos en los míos, en la búsqueda de entrelazarlos, de encajar completamente en el otro. Quise por unos segundos que fuera él mi infinito, que durará por lo mínimo toda una vida. Pero no me di cuenta de la finitud de todo. Que su roce se desvanecia y que nuestros momentos solo duraban segundos. Y aunque siguen palpables y latentes cada momento que tuvimos, mi revelación final es acertada. Usted, joven, y yo, somos segundos de una vida, momentos finitos contados por el tiempo. Somos instantes.

sábado, 19 de julio de 2014

Su sonrisa.

Había algo en su sonrisa que me encendía el alma. La forma en la que sonreía era especial, nunca había visto una sonrisa como la suya. La manera en la que sus labios se curvaban te hacia temblar las rodillas. La perfección de cada uno de sus dientes, blancos, cuadrados, te hacían querer nunca dejar de verlos, el color sonrosado de sus labios, ni muy delgados ni muy gruesos, solo te daban ganas de morderlos, y esos hoyuelos en sus mejillas, como las comillas perfectas de mi verso preferido. Esa sonrisa, su sonrisa, la misma sonrisa que no podía sacarme de la cabeza. Fue de lo que me enamore, del hechizo cruel y perfecto de aquella sonrisa encantadora.

sábado, 5 de julio de 2014

Feliz cumpleaños

Me gustaría decirte tantas cosas hoy, como que me encanta cuando sonríes de aquella manera que me quita el aliento, o la forma en que tú voz dice mi nombre, quizá lo más apropiado es desearte mil y mil bendiciones, pero no lo considero suficiente. Mi más grande deseo sería abrazarte, y poder susurrarte al oído el "Feliz cumpleaños" que mi voz, ahora algo rota, no puede expresar. Pero tendré que conformarme con un beso tirado al viento queriendo que éste llegue a ti. Conformarme con un simple feliz cumpleaños, un buen deseo y mis sonrisas para usted.