lunes, 21 de julio de 2014

Extraño...

Hay cosas que extraño de él. Las conversaciones hasta la madrugada y todo lo feliz que podíamos llegar a ser. Sus estupideces de niño, que más que irritarme, me hacían feliz. Sus deseos incontenibles de ser algo mejor, algo más. Sus sueños, sus risas, su espontaneidad. Extraño sus momentos fugaces de cursilería y su imaginación. Extraño lo lindo que era tener acceso a sus momentos de sinceridad. Extraño hablarle como antes. La confianza que solo existía con él. Extraño su presencia aunque siempre estaba demasiado lejos. Sé que lo extraño, pero yo no puedo ni debo hacer nada por traerlo de vuelta.

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