Hoy tengo mis ojos fijos en la luna llena, porque está tan esplendida como aquella noche en la que me hablaste por primera vez y todo mi mundo tembló entre tus dedos, tan brillante como el resplandor de tus ojos, que aunque son negros como está noche, me hacen soñar en mil colores. Está tan sublime como ese último beso con sabor a una promesa, al sello de este amor inocente, de miradas cargadas de besos intensos. Está ahí, mirándome en silencio, siendo testiga de los rasgos a mi guitarra y mi voz rota cantando, viéndome soñar con tu toque, con tu aliento, con tu voz. Siendo espectadora dulce de este sentimiento que me consume, que me abruma. Puedes verla? Es nuestra luna, cuando está así, esplendida, brillante, sublime, expectante, dulce, cuando es tan igual a nuestro amor.
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